El pago de esta medida es una obligación para todos los consumidores - pertenezcan al mercado regulado o libre - siempre y cuando hayan firmado un contrato de precio fijo posterior al 26 de abril de 2022. Los acuerdos firmados previos a esta fecha, abonarán el tope del gas cuando renueven su contrato. No obstante, los consumidores de mercado libre que residan en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla están exentos de pagar.
El tope del gas, aunque se trate de una medida para evitar un aumento excesivo de las facturas de luz, su aplicación encarece notablemente el precio final de la luz. Su presencia en los recibos eléctricos varía: en el mercado regulado, el coste del tope del gas está incluido en lo que pagas en total por la luz al mes. De esta forma, no se sabe cuál es su coste; en el mercado libre, las compañías están obligadas a desglosar el coste del tope del gas aplicado en cada mes en un apartado que, según cada una, puede llamarse 'Coste tope del gas RDL 10/2022', 'Tope al precio del gas' o 'Mecanismo de Ajuste Real Decreto-Ley'.
La Comisión Europea aprobó la aplicación de este mecanismo de ajuste hasta el 31 de mayo de mayo de 2023. Sin embargo, el Gobierno de España está desarrollando una propuesta de prórroga hasta "al menos finales de 2024".
El tope del gas fija el coste del gas natural que emplean las productoras de electricidad hasta un máximo de 70 €/MWh. Es decir que si un día el gas natural empleado para producir luz es de 80 €/MWh (según MBIGAS), el tope del gas que deben pagar los consumidores será 70 €/MWh. Esa diferencia es la deuda que hay que compensar a las empresas productoras y las encargadas de hacerlo son las compañías de luz, que acaban derivando ese coste a los consumidores finales.